jueves, 23 de abril de 2009

Para pensar: Carta de un Padre a un hijo.


Amado hijo:
El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme.

Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme mis zapatos, tenme paciencia. Recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño para que te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer, haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando niña te ayude y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu aseo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona.

Acuérdate que fui yo quien te enseño tantas cosas. Comer, vestirte y como enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo y cuando no debo.

También comprende que con el tiempo, ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar.........dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas.

Por último, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuanto te ame.

Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo, y eso no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.

Piensa entonces que con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste, enojado o impotente por verme así. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío. Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.

Atentamente.

Tu viejo.

martes, 7 de abril de 2009

Si yo cambiara un poquito...


Si yo cambiara mi manera de pensar hacia mis semejantes, seguramente me sentiria un poquito mas tranquilo.

Si yo cambiara mi manera de actuar ante las otras personas, probablemente los haría un poquito mas felices, y, hasta comprensivos.

Si yo aceptara a todas las personas, tal como son, posiblemente sufriría un poquito menos.

Si yo me aceptara tal como soy, corrigiendo un poquito todos mis defectos, seguramente mejoraría mi hogar, y hasta el medio ambiente.

Si yo comprendiera un poquito mas todos mis errores, comenzaría a ser una persona un poco mas humilde.

Si yo deseara el bienestar para las demás personas posiblemente yo me sentiría un poco mas feliz.

Si yo encontrara lo positivo en todos mis semejantes, esta vida sería un poquito mas digna de ser vivida.

Si yo amara un poco mas a este mundo... lo cambiaría un poquito.

Si yo me diera cuenta de que al hacer daño,. el primer lastimado seria yo y ... mi familia saldría un poquito adolorida.

Si yo criticara un poquito menos... podría amar un poquito mas.

Si yo cambiara un poquito mas...

El mundo mejoraría un poquito mas !!!

Por lo tanto no son los otros quienes deben cambiar soy yo quien debe comenzar a hacerlo